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Los planes para la publicación de El príncipe mestizo ya estaban muy avanzados y yo estaba tratando de resolver un problema recurrente: la frustración que suelen sentir algunos de los fans más antiguos de Harry en el sentido de que pocas veces se me planteaban las preguntas que ellos deseaban ver respondidas. Decidí que la solución sería una entrevista cara a cara con uno o dos representantes de estos fans de la vieja guardia, que fueran capaces de sorprenderme con inteligentes preguntas sobre el libro siete, incoherencias con libros anteriores y un análisis en profundidad de los personajes, y que me hicieran tener que meditar cada una de mis respuestas, especialmente tratándose de la presentación de un nuevo libro. Tenía la sensación de que incluso si dijera que no podía responder, porque no quería echar a perder alguna teoría o dar demasiada información (¡o por desconocer la respuesta!), al menos os habría dado la satisfacción de saber que me había dejado interrogar por los auténticos expertos. ¿Cómo haría para encontrar a estos inquisidores?
Podría fingir y decir que fue complicado, pero no engañaría a nadie: tenía la respuesta ante mis narices; de hecho, si hubiera estado más cerca me la habría bebido como si hice con una conocida bebida con burbujas durante la entrevista posterior. Sí, dejen paso a Melissa Anelli, fundadora del sitio Web El Caldero Chorreante y Emerson Spartz, fundador de Mugglenet. (Encontraréis enlaces a ambos sitios en la sección "Sitios de fans").
¿Por qué Melissa y Emerson? Porque sabía, después de haber examinado a conciencia sus sitios Web, que conocían todo lo relacionado con Harry Potter con pelos y señales, y que, además de los libros, están muy interesados en la comunidad de fans en la red y también que eran divertidos e inteligentes y que yo disfrutaría conociéndolos tanto o más que ellos a mí.
Así que los llamé. Melissa ya había recibido aviso previo , pero el ensordecedor chillido con que respondió a mis palabras dejó bien claro que no se imaginaba de qué iba el asunto. Su repuesta fue que estaría encantada de asistir. Un problema menos.
Me preocupaba que Emerson, a quien no se había avisado de mi llamada, me colgase el teléfono sin más; mientras escuchaba a su padre alejándose del teléfono para avisarle, traté de pensar alguna forma de demostrarle que efectivamente era yo quien le llamaba, y no algún lector obsesionado con el amor entre Harry y Hermione que quisiera tenderle una trampa. Pero no me fue necesario hacerle un resumen improvisado de las subtramas de los libros uno al cinco: ¡me creyó, no tenía problemas; todo estaba preparado!
Tengo que admitir que me sentí impresionada y conmovida por el número de fans que les enviaron felicitaciones cuando anunciaron la entrevista en sus respectivos sitios. La mayoría de los mensajes recalcaban cuánto merecían esa recompensa a su esfuerzo; ¡es reconfortante ver cuántas personas expresaron sus más generosos y sinceros deseos!
Sabía que estarían cerca en la noche de la presentación, pero no los vi. Hasta el sábado por la tarde no me encontré cara a cara con ellos, en la oficina junto a mi casa en la que mi sufrida secretaria recibe montañas de cartas. Estaba tan emocionada al entrar... entre otras cosas, porque aún no había hablado con ningún fan que hubiera terminado el libro…
Y aquí estaban, esperándome. Ya había visto a Melissa en dos ocasiones, pero no habíamos tenido tiempo más que de saludarnos de manera atropellada; para quienes aún no lo sepáis, es una preciosa pelirroja con mis mismos gustos en café y zapatos (me ofreció un café simplemente magnífico que sólo se encuentra en Estados Unidos, y me encantaron sus fabulosos zapatos de tacón de piel de serpiente sintética). Emerson mide más de 2 metros (o al menos eso me pareció desde mis 1.65m) y tiene unos ojos azules extraordinariamente grandes; también él me trajo regalos, entre ellos una llave que representa la libertad de LaPorte (Indiana) con una proclamación firmada por el alcalde de la ciudad. No estoy bromeando. "Es difícil encontrar algo que no puedas comprar tú", me dijo mientras yo miraba asombrada sus regalos.
Nos reímos de la extraña situación en la que nos encontrábamos (era como una cita a ciegas a tres bandas) y nos sentamos para poder charlar a nuestras anchas. Los dos resultaron, como imaginaba, maravillosos. Divertidos, ingeniosos, totalmente entregados a obtener de mí las mejores respuestas posibles. Se suponía que estaríamos juntos durante una hora, pero pasaron dos antes de que nos diéramos cuenta y, si no hubiera tenido un bebé que alimentar, podríamos habernos quedado hablando hasta bien entrada la noche.
En the-leaky-cauldron.org y mugglenet.com podéis encontrar transcripciones de la entrevista, así como sus impresiones sobre el viaje a Edimburgo. Sólo añadiré que espero que disfrutéis leyendo la entrevista tanto como yo respondiendo a sus preguntas. Mientras tanto, voy a enterarme de qué privilegios me concede el tener la llave de LaPorte.